08 Mar

Cultura Organizativa como Sistema Integrado

La cultura organizacional es pilar fundamental de apoyo para todas aquellas organizaciones que buscan en su día a día la adquisición de mayor competitividad.

 

Forma parte de un sistema integrado dentro de la estructura de una empresa en la que confluyen el pensamiento organizacional diferenciado, la práctica, técnicas y herramientas gerenciales, junto con el sistema de gestión. Éste, a su vez, distingue entre:

  • Gestión estratégica.
  • Gestión de procesos.
  • Gestión de la cultura de empresa.

Esta integración supone la designación de un sistema de características comunes entre los miembros que distingue a una organización de otras, una serie de valores propios de cada empresa que han de seguirse como pautas diferenciadoras.

Destacamos las siguientes, que podrán variar en función de las características de cada empresa:

  • Orgullo e identidad de empresa: El grado en el que las personas que forman parte de la empresa se identifican con la organización en su conjunto y no con su grupo de trabajo, y la transmisión interna y externa de esa identificación, de pertenecer a una gran empresa por calidad y profesionalidad, resaltando siempre la importancia de las funciones que desarrolla.
  • Autonomía individual: El grado en el que las personas actúan con anticipación, proactividad, iniciativa y capacidad para adelantarse a los cambios y reconocer en ellos oportunidades o problemas potenciales y actuar en consecuencia.
  • Orientación a clientes y resultados: Mentalidad de servicio, que nos lleva a conocer las características y necesidades del cliente interno y externo, para atenderle con la máxima eficiencia, asegurar siempre su satisfacción y el cumplimiento de los compromisos adquiridos y la capacidad para generar mayor rentabilidad en nuestros actuales negocios y para desarrollar otros nuevos con igual o superior rentabilidad, orientando las decisiones en esa dirección.
  • Organización basada en las personas y en el equipo:
  • Decisión firme de garantizar un trato justo y equitativo para todos los trabajadores y un apoyo permanente en el desarrollo de sus competencias y sus conocimientos.
  • Capacidad de compartir conocimientos, experiencias y esfuerzos con personas y equipos para generar expectativas positivas y alcanzar objetivos comunes.
  • Delegación: Cesión de responsabilidades hacia los colaboradores, teniendo en cuenta su experiencia, formación, información y competencias, que permite que las decisiones se tomen en el nivel más adecuado.
  • Estructura organizacional: Cumplir las normas y reglas propias de la organización bajo supervisión directa de la dirección con integridad y transparencia.
  • Calidad y eficiencia: Actitud de mejora continua de las actividades y de optimización de recursos, sistemas y organización, orientada a las necesidades de los clientes.

Al evaluar la organización a partir de estos valores o características se obtiene un panorama completo de ella. Y éste, es la base de los sentimientos de significado compartido que tienen los miembros respecto a la organización, a cómo se hacen las cosas en ella y a cómo se debe de actuar al formar parte de la misma.

 

Fuente Prevención Integral